The Alien Factor

THE ALIEN FACTOR (1978) Dir: Don Dohler

Las películas de Don Dohler son únicas: son torpes, técnicamente nauseabundas, mal interpretadas, patéticamente resueltas, con efectos risibles... pero tienen una extraña cualidad plástica que las hace maravillosas.

Don Dohler tenía un don pero al revés: al principio piensas que es un tipo sin el menor talento, una especie de junta-fotogramas, pero a medida que entras en su peculiar micro-universo casposo y delirante, más te auto convences que detrás de toda esa torpeza intentaba florecer un artista en toda regla.


Me encantó una crítica que hizo un tipo sobre Ed Wood, una especie de padre espiritual de Dohler. Dijo algo así como: "Fellini puede ser una tostón a veces, pero "Plan 9 from outer space", por ejemplo, es dinámica y jamás aburre"

Los Dohler-films no son ni mucho menos tan divertidos como los de Wood, ya que éste no se andaba con ostias y sus diálogos eran escuetos; Dohler se sentía como un Orson Welles de medio pelo y daba mucho peso específico a sus líneas, lo cual espanta a muchos fans poco pacientes.

Porque veamos, la biografía de Dohler es cuanto menos peculiar. ¿Sabían ustedes que era Dohler antes de ser cineasta cutre? Empleado de banca. Y se preguntarán ustedes: ¿Qué hace un empleado de banca de Baltimore haciendo películas?

Sencillo, un día unos atracadores le pusieron una pistola en la cabeza, y con ello le hicieron un regalo al mundo: Dohler pasaría de contar dinero a intentar ganarlo como cineasta. Ya sabéis, al tipo le pasó su vida delante de los ojos y pensó que era mejor aprovecharla.

De ahí el desaliño y la caspa irredente de sus películas: sencillamente, el tipo no tenía ni idea de técnica cinematográfica y lo hacía como podía. DIY en toda regla.

Así llegamos a esta primera peliculita: The alien Factor.

Ahí va el argumento: una nave zoológica alienígena cae a la tierra, desatándose el infierno en un pequeño pueblecito de Baltimore. La policía se entrega presto a desfacer el entuerto, con la ayuda de lugareños y científicos.

Hay un tipo llamado Zachary que es el que investiga todo el embolao; es nuestro prota con bigotón (que dirían en Vicisitud y Sordidez), el inefable Don Leifert- también prota de Fiend, otra peli de Dohler, by the way-

Los bichillos la verdad es que se lo pasan pipa despanzurrando a los lugareños: hay decapitaciones, desmembramientos, peelings a lo bestia (mas apurados que los de la Pantoja)...

Finalmente la peli se cierra con un desenlace que no te lo esperarías nunca. Bueno, si vuestro tercer ojo casperil (y no me refiero al marrón, sino al de la mente, guarros) está un poco entrenado, quizás sí que os lo temáis. En todo caso es de aquellos que te deja con la boca abierta. Y por si fuera poco, en el dividí tenéis un finalazo con alternative footage que aún os dejará más patidifusos.

Y encima es un final desesperanzador, nada de final feliz ni hostias marineras.

Para acabarlo de rematar, se notó que al tipo le faltaban unos cinco minutos para rellenar la película. La solución es sencilla. Si en "Una noche para descuartizar" la solución es la siempre fiable voz en off, aquí Dohler se vale de un recurso que había visto solo en "Track of the moonbeast" y en las pelis post-MTV. Es decir, el proto-videoclip.

Me da la risa solo de pensarlo. Imaginadlo: Unos gañanes white trash al puro estilo Texas, pero sin estar en Texas. Pintas a lo Foghat, pero en malos, muy malos. Dolorosamente malos. Y encima nepotismo: se trata del hermanastro de Dohler (bass, vocals) y dos palurdos más. De puro psicotrónico me tiene hipnotizado cada vez que reviso la peli. Para muchos es espantoso, para mí, una droga. La pinta de julay pasado de vueltas del hermano es para mear y no echar gota. Discos de la banda, ya!Vean, vean:



Y ahora pasemos al pantanoso ejercicio de sumirnos en este despropósito fílmico, y a pesar de que adore a este hombre, es que no daba ni una derechas. El guión tiene agujeros del tamaño del cabezón de Rajoy, el montaje es defectuoso cuanto menos, la iluminación es irrisoria, deficiente y pésimamente orquestada... pero hay una cosa que sí que brilla por su majestuosidad. Los maquillajes y los efectos especiales.

Dohler ya por aquel entonces, sabía de pajilleros que gustaban de masturbarse con F/X y Monsters of Fimland, y no precisamente con la chica del mes, sino mirando las prótesis y maquillajes de Rick Baker o Tom Savini. Así pues, la parte del león del presupuesto se la llevaron los efectos de monstruos, sangre y desgarros varios.

Y son convincentes, la verdad. A mí al menos me molan mazo; hombre, uno que lleva zancos es un poco cutre, y se nota, pero en un buen contexto más terrorífico y menos Dohleriano podrían haberse aprovechado más. Y la nave, con perspectiva forzada, da el pego que te cagas.



Resumiendo, que esta peli es de aquellas que hay que revisar concienzudamente para disfrutar de los muchas estratificaciones de caspa, pelusa y desaliño que enfermarían a un contertuliano de Garci, pero que a nosotros nos chifla. Ahí queda eso...

Recomendadísima.

PUNTUACIÓN: 5 hs'S