COMUNICADO DE BLOGCASPA: LA OREJA DE VAN HALEN

    A parte de ir recogiendo caspa para espolvorearla sobre vosotros en forma de atroces películas, me he liado la manta a la cabeza y he decidido montar "La oreja de Van Halen", blog sobre música.

    ¿Otro blog sobre musica? Os preguntaréis, consternados. Bueno, sí y no. Es de música pero he decidido dedicarlo a críticas sobre discos poco conocidos de artistas conocidos o simplemente cosas raras escondidas en polvorientos rincones de mis estanterías.

    Intentare(mos) combinar ambos blogs con la máxima celeridad. Si hay algún psiquiatra entre el público, por favor, échenos una mano porque esto nos va a llevar al colapso mental definitivo.

    Dentro de poco comenzaremos. Gracias por leer y buenas noches.


FRÍO COMO EL HIELO (PARTE II)

Por fin podemos disfrutar de la segunda parte de esta mega-entrega de las aventuras del rapero más enrollado de todos los tiempos: Vanilla Ice.

En el siguiente LINK tenéis la primera parte de este escrupuloso análisis, además de la puntuación que le he dado.

Dejémonos de más preámbulos y acabemos ya con este truño que tantos dolores de cabeza me ha causado.


EL GRAN PASO DEL HÉROE: CRUZANDO EL PUENTE DE AMBOS MUNDOS


    Finalmente, Vanilla da el paso definitivo y va a casa de su "piba". El hermano pequeño alucina, claro, y se dan la mano solo verse. Él le llama "colega". El vínculo se hace más fuerte, partiendo de la admiración que la gente pija tiene por los zarrapastrosos de la sociedad. Y es que no todo en la vida es lujo; aquí vemos que los pijos también tienen corazón. Recordad que "los ricos también lloran".

    Con ese choque de manos, ambos mundos se acercan un poquito más si cabe. Y de paso sabemos que Vanilla es como aquel hermano mayor que todo el mundo quiere tener. No encuentra a Cat, porque está con Nick en una disco a las ocho de la tarde. Debe de ser cosa de EEUU, porque en España los adolescentes de su edad a esa hora están aún durmiendo la mona del día anterior o haciendo el botellón para preparar una larga noche de drogas, bebida y persecuciones suicidas con la policía.

    Al salir, se encuentra con los dos gangsters, ¡a los que pregunta donde está la disco de marras! Los tipos intentan confundir al héroe, un poco como las sirenas de "La odisea". Kellogg introdujo claras resonancias míticas en este pasaje. Vanilla se va agitando lentamente la cabeza, mientras los tipos se ríen de él.
Los tipos estos se plantan delante mismo de la casa del padre de Cat, a plena luz del día, sentados en el capó, visibles hasta para Stevie Wonder, y encima acaban diciendo "visitaremos a nuestro amigo cuando oscurezca". ¡Pero si el padre hace rato que os mira por la ventana!. Parecen Hernández y Fernández jugando a gángsters.

    Ahora, el padre también se las trae: está en un programa de protección de testigos y sale por la tele en prime time para que todo el mundo lo pueda ver tranquilamente. Lo dicho, aquí tanto los buenos como los malos demuestran tener menos neuronas que Poli Díaz y Paco Porras juntos.



LAS HABILIDADES DEL HÉROE (II): DANZA DE APAREAMIENTO DEL MACHO RAPERO.


    Se van todos a la disco a buscar a Cat. Además, a modo de redención, Vanilla quiere devolver la agenda de la chica, aunque no sé para que coño la quiere si con el morro que tiene se planta en todos los sitios donde no le llaman.

    En la disco está actuando una banda en plan semi-grunge, aunque claramente se quiere parodiar a una banda de metal. Mientras que una parodia para mi resulta ser una deformación divertida y sutil de un personaje o situación, para Kellogg sencillamente es contratar a una panda de patanes ridículos, colgarles unas guitarras y hacerles hacer el gilipollas. El cantante va todo repeinado como si una vaca le hubiera pasado la lengua por el pelo, gesticulando a lo Paul Stanley y siendo tan patético que dan ganas de dispararle.
Mientras, Vanilla parece T-1000, escaneando la sala con sus gafas de sol, en plan robótico. Quizás tenga endoesqueleto de metal en su interior, o sencillamente sea otra vez algo inherente a ser rapero.

    Aquí Kellogg, tan hábil como siempre, introduce sutilmente más matices en la maltrecha relación Nick-Cat, aparte de una clara denuncia de los peligros que acechan a la juventud. Nick se obstina en beber alcohol, y lo que es peor: ¡quiere forzar a Cat a beber también, cuando ella solo quiere una COCA COLA LIGHT! Ese demonio que es LA DROGA, que tantas vidas ha sesgado, planea cual espada de Damocles sobre Nick. ¡Qué diferencia con los amantes del hip hop, todos tan limpios de drogas y alcohol, que bailan para practicar ejercicio y apoyan continuamente a las oenegés!

    Por fin el escaneo acaba, y Vanilla y Cat se encuentran. Saltan las chispas.

    Y ahora, lo que es para mi la escena más delirante y ridícula de una película llena de escenas delirantes y ridículas: echan a la banda del escenario (por malos y jebis) y los Vanilla-boys se ponen a organizar una jam. Suenan baterías electrónicas cuando no las había antes en el escenario, y la música es tan limpia y perfecta como si surgiera de un reproductor de CD's.
Se ponen a bailar todos, y los pijos se nota que van "cogiendo" la "parida", como diríamos en su argot. El jebi no mola. El rap si.

    La canción habla de ser uno mismo —"The people's choice"—. Que nadie te obligue a escuchar Kiss. Di sencillamente NO, como cualquier rapero diría NO a las drogas. Los DJ's tampoco se drogan, solo lo hacen los asquerosos y zarrapastrosos jipis, jebiatas y punkis. Además, la liberación del ego y del individuo sin cortapisas de ningún tipo, tema estrella de la película, se nos muestra claramente por fin. El baile te dará la libertad, nunca las guitarras.



    Hablando del baile, claramente se ve en varias etapas que se trata de la danza de apareamiento del rapero macho. Consta de las siguientes etapas:
  1. El macho rapero escoge a su hembra.
  2. La corteja, bailando alrededor de ella como si tuviera un enchufe metido por el culo.
  3. La hembra, atraída irresistiblemente por las feromonas que exuda el macho al bailar, se acerca a su radio de acción.
  4. La pareja baila sensualmente a escasos centímetros uno del otro, presagiando lo que será el coito.


    Es muy bonito y representativo: se muestra verticalmente algo que dentro de poco sucederá horizontalmente. De todo esto se colige que los machos raperos son, excúsenme la boutade, muy machos. Y que son irresistibles para las hembras humanas.

Atreveros a negar el intenso erotismo que transmiten esos pantalones.


    Ya saben, pónganse a bailar como monos alrededor de las tías, canténse algo y tendrán sexo con toda seguridad. Para que luego se quejen; hay películas que dan pistas para la vida, y ustedes sin hacer caso. Luego no me lloren.


EL HÉROE ES ATACADO POR EL MAL EN ESTADO PURO


    Nick se queda a un lado, mirando con enjudiosa envidia, dándose cuenta que todo su dinero no puede comprar el amor puro. Como no es un caballero rapero, se obstina en no aceptar la derrota. Cuando acaba el baile, quiere llevarse a Cat por la fuerza. Ella, repleta de sexualidad no consumada, se niega. Y entonces Nick explota. ¡La llama fulana! Además de alcohólico de fin de semana, es machista empedernido. ¡Las mujeres no son objetos, Nick!

    Hace volver a Cat andando a casa, y los malos de la panda de Nick la siguen, pero Vanilla, cual caballero en su corcel, la rescata en el último momento. No hay nada que vaya más rápido que Vanilla Ice en una moto.

    Las semillas del amor y el romance están plantadas. Deja a su novia en su casa, a salvo de facinerosos, y vuelve a la disco a buscar a sus hermanos y hermanas. Unos pijos están cargándose las motos de sus colegas a base de jarabe de bate. Como superhéroe que es, ya sin tapujos, maneja perfectamente las lides de la lucha callejera. Rapear otorga una fuerza sobrehumana a cualquiera, si no, echadle un vistazo a todos los caretos de duro que hacen los raperos. Son de otra especie. Y no vale decir "gilipollas".

    Aquí la película no deja de ser un reflejo a escala mundial de lo que sucede en la puerta de cualquier discoteca pija o de bakalas. Sea N.Y, o Hospitalet del Llobregat, las peleas en el aparcamiento a base de hostias mal dadas por cuatro pelaos pasados de pastis y buenri son una triste constante.

    Al Nick, por malo maloso, le cae la del pulpo. Lo deja hecho unos zorros. La catarsis que siente el espectador lo sitúa al borde de las lágrimas.




EL BESO DEL HÉROE. LA RELACIÓN SE CONSOLIDA


    No sé si Kellogg quería hacer algo de softcore artístico (dado su bagaje en el tema) o sencillamente que se pajeó demasiado viendo "9 semanas y media". El caso es que Vanilla despierta a su dama pasándole un cubito de hielo por la boca. WTF?

    La alegoría está clara: recordad que Vanilla es "frío como el hielo", ergo debe de estar intentando familiarizar a Cat con lo que es su estado natural. La carne deja de tener sentido. Vanilla es un helado dispuesto a ser devorado por la pasión.

    Parecía que en cualquier momento, después de esa pijada iba a ponerse a cabalgar encima de ella, previo sexo oral, claro. Pero no. Esto es arte, chicos. Id a putalocura.com si queréis ver sexo y mal gusto. Esto es un blog serio. Cat le manga a Vanilla unos papeles de sus pantalones cagados (puestos de moda por MC Hammer). En ellos hay teléfonos de chicas. Ay cordera, qué te pensabas que tu hombre era sólo para tí. ¡Los raperos son machos muy buscados por las hembras!

    Después de discutir y dejar las cosas claras, él se va por la ventana, cual Romeo, y ella, cual Julieta, cae rendida en la cama por el deseo. Exhala un suspiro de puro A-M-O-R. Todo muy bien filmado, con gusto y fotografía implacable. Storaro estaría orgulloso de la composición de la escena.

    Pero ella no puede resistir y sale a buscar a Vanilla. Y se van a dar un "rulo" en su "burra".

    "No importa de donde eres , sino donde estás", declara Vanilla. Para que luego digan que no es una especie de poeta y filósofo moderno.

    Se ponen a jugar en una especie de armazón o bastida de una obra en construcción. Si estuvieran en España, a parte de haber un cartel de una familia gitana avisando que ellos vigilan el lugar, el capataz, despierto de su siesta, les hubiera espetado un sonoro: "¡¡¡Mecaguenlaputamadrequeosparióiravuestraputacasaafollar!!!".

    Pero aquello es USA. Todo es limpio, libre, sin palabrotas ni sexo.

    "Sé sincera contigo misma. Si no, no lo eres con nadie". Más sabiduría en boca de Vanilla. Estamos conociendo su faceta más íntima, como si aquella casa en construcción fuera un santuario donde poder expresar sus ideas más personales.

    Y entonces, por fin, llega EL BESO. Un ósculo largo, apasionado. Los lazos de amor perpetuos están claramente afianciados.



    Vemos bucólicas imágenes de la pareja: ella y sus jocosos intentos de dominar la burra de Vanilla; él montando a caballo... ambos mundos colisionan pero no se tambalean, y cuando ves a ella ensayando pasos de baile con él en medio del desierto, sabes que el círculo se ha completado. Otros practican Tai Chi, Vanilla practica sus pasos. En el fondo se necesita la misma concentración, o más.





    Al llegar a casa, el sueño se desvanece... el padre los espera y advierte a Vanilla que no se vean más. Es un poco patético porque el padre sin las armas que esgrime en "Temblores" resulta bastante poco amenazador.

    Vanilla se pone chulito y da muestras de su innegable carácter anti-machista (todo lo contrario del bárbaro de Nick). Le dice al padre una frase clave: "¿No decide ella?". El poder de decisión debe estar en manos del individuo, no de los poderes fácticos o los progenitores.

    Cat, después de charlar con su padre y decepcionarse con el mundo en general, sabedora que es un lugar de fariseos y mentirosos, pone en duda la palabra de Vanilla. Él, dolido, le espeta: "¿Eres tú o tu viejo el que habla?".

    Dicho esto, coge su burra y decide pirarse. Desahoga su pulsión sexual frustrada pasando con su moto por túneles (metáfora freudiana del coito que hasta la madre de Skinner prohibe realizar a su hijo) y dejándose llevar por la velocidad y el peligro. Los caballitos con tu moto siempre ayudan. Veréis a muchos bakalas haciendo esto cuando el semáforo se pone en verde. No se lo reproche, por favor, simplemente dejan fluir su adrenalina y es un gesto tan oxigenador como estornudar o toser. Además, suele ser una señal inequívoca de trastorno mental y ustedes no querrán que les denuncien por insultar a un discapacitado mental, ¿no?

    Las supuestas amigas pijas de Cat intentan reconducirla y lavarle el cerebro para que deje a Vanilla, pero el bello efebo rubio y motorizado está en su mente.

    El hermano pequeño de Cat intenta animar a Vanilla y él le concede la vuelta en moto que Nick nunca le quiso dar. Así pues, Kellogg demuestra con su sobrado despliegue de emociones que, aparte de ser un excelente director de actores, sabe muy bien darles ricos matices. En este caso, demuestra la innegable cualidad humana de Vanilla. A un niño siempre se le tiene que contentar. Ya se sabe que no hay nada más hermoso que la sonrisa de un infante. Y si no que se lo digan al Duque de Feria.

    Mientras, los negros raperos del taller mecánico, bailan para pasar el tiempo y se portan como auténticos negros raperos. La hábil maniobra de Kellogg sitúa a los personajes de esta subtrama un poco a lo "Rio Bravo", confinados en un espacio reducido con amenaza en el exterior.

    Más simbolismo. Vanilla entra en la habitación de Cat (si esa casa estuviera en nuestras costas,con tanta facilidad para entrar en ella, legiones de ex-militares de la Europa del Este se hubieran llevado hasta los pósters de Glenn Medeiros) y tira en la pecera el anillo que ella le regaló, prueba de amor. Riánse ustedes de "La ley de la calle", esta sí que es una buena escena de peceras y peces. ¡Viva Kellogg!



LA PRUEBA FINAL. EL HÉROE PREVALECE. EL AMOR LO CONQUISTA TODO.


    En estas que vienen los malos y secuestran al hermano pequeño.

    Cat vuelve a casa, y hace lo que cualquier persona hace al llegar a su casa: mirar dentro de la pecera. Allí encuentra el anillo prueba de su amor y comprende que ha perdido el tren. Ese ejemplar de semental rapero quizás nunca vuelva a estar entre sus piernas.

    Una chica no es nadie sin su chico, todo el mundo lo sabe. Un hombre solo es divertido, una mujer sola es una apestada. Y esta película no nos dice lo contrario.

    De repente, Vanilla trae una cinta para ella y se va de la casa. Resulta ser la grabación de los secuestradores pidiendo un rescate por su hermano pequeño. ¿Quién le da la cinta? ¿Cuando? Recordemos que él estaba pasando por túneles, dando la vuelta a su cuñadito y tirando anillos en peceras. No se resuelva en ningún momento esta incógnita, pero dada la preclara visión de Kellogg, debe de ser su "punto misterioso". Un poco como sucede con el monolito de "2.001: una odisea del espacio". Un misterio abierto a múltiples posibilidades. Si Carlos Pumares no fuera tan cerrado de mente y académico (además de obeso, imbécil, acondroplásico, anormal y seguramente politoxicómano) haría tiempo que nos deleitaría con un especial de los suyos.

    La duda planea sobre la familia y Nick, que se intenta colar de nuevo en el ajo. Vanilla es ahora un hombre malo de la pradera, ya que creen que está con los secuestradores.

    Cat se arrastra hasta el taller mecánico para poder hablar con Vanilla, que está allí con el corazón roto y parapetado tras unas inpenetrables gafas de sol. Pone la cinta del secuestro. Abatidos, nuestros superheroes raperos escuchan la cinta consternados e intentan desentrañar el enigma que se esconde tras el mensaje.

    Lo bonito de todo es que Cat confia ciegamente en Vanilla, demostrando que el amor lo puede todo.

    Vanilla escucha atentamente la cinta. Encuentra algo familiar en ella. Unos golpes de martillo (inaudibles para el espectador hasta el final) delatan la situación: se encuentran la obra en construcción en la que retozaron. Gracias a este giro de la pelicula descubrimos dos cosas:

  1. Que Vanilla desbancaría a cualquier buscador de psicofonías y que tiene un oído que ríanse ustedes de Superman. 
  2. ¿Para que sirve la policía cuando tienes a un superhéroe del rap como Vanilla Ice?

    Van todos a la obra con sus burras y con ganas de venganza. Está muy mal eso de secuestrar a niños. Cuando llegan, Vanilla se carga a los malos a hostia limpia, limpiando a la vez su nombre de un plumazo.

    La transformación en superhéroe está completa. Ha pasado todas las pruebas, mentales y físicas, siempre con una sonrisa en sus labios y un baile preparado en sus pies. El héroe ha dejado su impronta en la colectividad, alejando al mal y ganándose el afecto de las personas y sobretodo, el amor de su dama. Los raperos vuelven a la ciudad victoriosos, como si fueran astronautas que vuelven de la luna.

    ¿Cómo acaba la historia? El padre reconoce su error y da la mano al caballero justiciero. Ella sube a su moto y Nick vuelve a la escena, pero solo para verse humillado y ver como Vanilla y su flamante nuevo amor se van saltando sobre su deportivo. Sí, habéis oido bien. Para emular a Vanilla, mejor ir probando con vuestra Vespa e intentad saltar sobre el Seat Ritmo o Mirafiori que tengáis más a mano.

    Las escenas finales muestran a Vanilla (con su alter-ego de rapero bailarín, poniendo a salvo su super-identidad secreta) bailando en una macro-disco, mientras ella observa atentamente desde el gallinero, sabedora de ser LA ELEGIDA. ¡Palideced de rabia, lagartas!


    Por cierto que la tipa que canta al principio es Naomi Campbell. Supongo que esto es años antes de cargarse habitaciones de hotel con Joaquin Cortés y ponerse la nariz como el Cinecito de tanta coca.

El verdadero rostro del mal.
    David Kellogg: quedaros con este nombre. En el futuro, cuando veáis alguna cutre-peli de Playboy (sí, en esas que hay de todo menos sexo) o "Inspector Gadget", pararos a pensar que detrás de eso está el genio inconmensurable de un artista que se vació creativamente con esta obra maestra. Gracias eternas.

    Y para despedirnos, qué mejor que unas palabras de la super-web del superhéroe rapero:

"Es una buena película (WTF???) comparada con otros films con estrellas del pop tales como Beatles, Monkees, y sobretodo la peli de las Spice Girls (¿agravio comparativo,fan-webmaster?). Desgraciadamente la popularidad de Vanilla estaba desvaneciéndose y fue un fracaso de taquilla (sinceramente, ¿alguien se esperaba un blockbuster de esto?)"

    Y qué mejor que un recopilatorio con los mejores/peores momentos de este engendro.