FRÍO COMO EL HIELO (PARTE I)




  • Título original: “Cool as ice”.
  • Título en español: "Frío como el hielo".
  • Director: David Kellogg.
  • Guión: David Stenn.
  • Cast: Vanilla Ice, Kristin Minter, Michael Gross, etc.
  • Año: 1.991.
  • Especialista de BlogCaspa que se ha atrevido a analizar este ñordo: Dani.





    Después de semanas de trabajo, por fin os puedo traer la crítica que tantos dolores de cabeza me ha traído. En vez de enfocarla como una crítica más, dada la naturaleza absolutamente delirante de la película, me lo he tomado con más cachondeo (si cabe) así que la he dividido en dos partes y tratándola con más seriedad que sus propios autores.
Quizás me he pasado de barroco, pero la peli bien vale la pena. Espero que os guste.

    Por cierto, mirad al póster de la peli, ¿No os encantan esos pantalones?

    Antes de nada, quiero comunicaros que me he aproximado a este atroz cagarro de película, si se le puede llamar así, con un ánimo artístico; creo que hubo alguna intención oculta del director para enmascarar esta película como la típica comedieta para adolescentes hiperhormonados y faltos de modelos de conducta, cuando evidentemente no lo es.
Iremos desentreñando todo este plan poco a poco.

    Supongo que si nacisteis antes de la explosión del Challenger ya conocéis la vida y milagros de don Robert Matthew Van Winkle, más conocido para el mundo como Vanilla Ice. Hablar sobre este hombre del renacimiento que canta, baila y produce es tarea demasiado ardua para mi, así que por favor, visitad este link.

    La vida no ha sido demasiado justa con Vanilla, y sus bajadas de popularidad, a pesar de que a los demás y a mi mismo me causaron extrema hilaridad (la anécdota que dice que repartía CD's gratis a su público y éste los devolvía, debe destrozar el ego de cualquiera) ha hecho que con el tiempo le acabes cogiendo cariño al tipejo este. Y es que destrozar el "Under pressure" de Queen + David Bowie no debe ser bueno, y Freddie Mercury, viendo que su hora se aproximaba, debió lanzarle una maldición vudú-hindú y así acabó luego el pobre Robert Matthew Van Winkle.
Pero dejemos de lado su carrera musical y centrémonos en su carrera cinematográfica.

    Fresco del rodaje de sus afamados videoclips, Robert vio que su futuro estaba también no solo en las ventas de discos, sino también en las ventas de películas. Colaboró en "Las Tortugas Ninja 2: El secreto de los mocos verdes", obra que con semejante título no suscitó mucho el interés de fans del neorrealismo italiano, el dogma y Woody Allen. El caso es que allí Vanilla encontró su segundo amor: las cámaras, a pesar de no tener muchos minutos en la película.



    El romance continuaría con la película que nos atañe, "Frío como el hielo", o "Cool as ice" en su título original. "Cool" ya sabéis que significa "helado, frío", pero también "guay", así que el juego de palabras, ingenioso como pocos, presentaba a Vanilla Ice como el tipo más enrollado del mundo.

    Todo pintaba bien: Vanilla Ice is in da house, un buen coro de palmeros (o en este caso raperos, todos de color, para darle más ídem a la cosa), la Universal detrás poniendo billetes (el que dio luz verde a este engendro debe de estar en un McDonald's seguro), música de Stanley Clarke, que bien seguro tenía deudas de drogaína o chulos que pagar y finalmente la verdadera estrella en la sombra: David Kellogg, flamante director.
Desconozco si el bueno de David lleva en sus venas el legado de la legendaria marca de cereales, pero su aportación en el film es capital en su estrepitoso fracaso (o éxito artístico).

    Vamos a ver. Si quieres hacer una película de un actor novel, o cantante pintamonas, como es el caso, tienes que confiar en un artesano experto en estas lides. En vez de eso, contratan al bueno de Kellogg, ¡que sólo había dirigido videos de Playboy! Con semejante bagaje, está claro que todo pintaba a fotografía colorista, primeros planos de entrepierna y muchas, muchas elipsis.
Si seguimos la carrera de semejante artistazo, veremos que no solo siguió dirigiendo videos de Playboy, sino que le dieron proyectos como el video "Jam" de Michael Jackson (quizás se sintió a gusto al estar cerca de un pornógrafo como él) y, esto sí que tiene tela: "Inspector Gadget" ¡Pero si es de la puta Walt Disney Productions! Si el viejo fascista de Walt viera que contrataron a un director de Playboy para enponzoñar los planos de una supuesta obra de entretenimiento familiar y muy americano, seguro que se revolvería en su tumba de hielo particular. Cuando le reanimen, aparte de apoyar el KKK y la segunda venida de Hitler, estoy seguro que castrará a los productores.
Como colofón de una carrera tan distinguida, acabó haciendo videos para Lionel Ritchie. Quizás después de filmar los extremos labios de Lionel decidió dedicarse a la cría del champiñón, ya que no ha vuelto a rodar nada más. Eso sí, se casó con la playmate Denise Michelle Tom, así que no debe ser tan tonto como parece.

    Volvamos a "Frío como el hielo", y ahora sí, sumerjámonos en el viaje iniciático de Vanilla Ice. He dividido la película en los pasos vitales que Vanilla atraviesa, dando a entender que estamos asistiendo al nacimiento de un héroe cuasi mitológico.


EL AMANECER DEL HÉROE


    La película empieza en plan videoclip, ¿cómo si no? Hasta cosas más comerciales como "El último boy scout" empiezan en plan videoclip. Cosas de inicios de los 90 (vaya década de mierda, por cierto). Fíjense ustedes bien en quien acompaña a nuestro ídolo:



    Tras siglos de ostracismo e incomprensión mutua, blancos y negros por fin han hallado un vínculo indestructible, que deja las rencillas atrás: el rap. Yo no entiendo de rap, es más, lo detesto, pero parece que el tipo lo hace bastante bien, se le ve seguro en lo que hace, y la verdad es que baila de muerte. En la peli Vanilla se llama Johnny, pero a mi no me da la gana de llamarle así. Él siempre será Vanilla Ice, puñetas.
En el inicio vemos el entorno natural de Vanilla, sus colegas —repito, todos de color, y raperos hasta la médula— y cómo al acabar el main theme de la peli ya se le acerca una lagarta a reclamar sus artes amatorias. El la despacha con un "contrólate, piba", que deja a la chica un poco confundida. No se ha hecho la miel para la boca del asno. 

    Con esta sencilla escena, David Kellogg cimenta la cualidad semental de Vanilla, además de presentarlo como un ser quiméricamente inalcanzable. Un héroe en ciernes.



LAS HABILIDADES DEL HÉROE


    Más tarde abandonan la discoteca para coger sus motos —o "burras", por favor, sírvanse mirar el diccionario que adjunto— y pegarse un garbeo por ahí. Recordad una de las leyes capitales del rapero: eres un ser libre. Puedes ir por donde quieras, transmitiendo tus pensamientos a velocidad infernal. Todo el mundo te adora cuando eres rapero.

    Desconozco si las escenas iniciales de "Hot Shots!" donde Topper Harley, uno de mis modelos de conducta, hace las payasadas con la moto junto a Valeria Golino están inspiradas en "Frío como el hielo", pero mucho me temo que sí.

    Vemos a Vanilla con su burra haciéndo el caballito y tal, cuando ve a una guapísima amazona cabalgando un caballo. Al ser un rapero, ergo, un ser libre como el viento, pega un salto con la moto por encima de la valla sin necesidad de rampa alguna, y se pone a hacer el gilipollas al lado del caballo. Obviamente, la chica cae del caballo y se pega una buena hostia. Vanilla va rápido a interesarse por ella.




LA DONCELLA QUE NO QUIERE SER RESCATADA POR EL HÉROE


    David Kellog, en otro alarde de tecnicismo y fuerza bruta artística, presenta a Cathy, la doncella del héroe, a bocajarro: le asesta un buen puñetazo a Vanilla. Suerte de su parka color naranja butano. Quizás era una Alpha, neng.

Así que aquí no hay damiselas en apuros que tengan la piel fina. No. Aquí las mujeres son duras, guerreras ("¡uh! ¡ah! las chicas son guerreeeras"... no he podido resistirme, lo siento). Olvidaros de la pánfila de la ex -mujer de Clint Eastwood o similares roles femeninos supeditados al macho de turno. Aquí hay un buen par de ovarios.

    La chica se va con su caballo a otra parte, pero algo ha sucedido, algo que ha dejado una marca indeleble en nuestro héroe rubio. "Creo que le molo", dice entre risas de guaperas, sabedor que su magnetismo hacia las mujeres le da una seguridad que el resto de los pobres mortales no poseemos. Ya lo sabemos desde que vamos al jardín de infancia: LOS QUE SE PELEAN SE DESEAN. Quedaros con esa afirmación porque es una de las claves de la película.




EL INCIDENTE CLAVE QUE TRANSFORMA AL HÉROE


    Siguen cabalgando hacia el pueblo. El típico pueblo residencial americano con casitas bajas con jardín. Después de ver "Eduardo Manostijeras", Kellogg comprendió que tenía que situar la acción en un enclave donde nuestros protagonistas estuvieran como pez fuera del agua, dando lugar a cómicas a la par que trascendentes situaciones. ¡Bien por la preclara visión de Kellogg! Joder, que pedazo de director. No entiendo como no le dieron alguna secuela de "Scanners" o "Karate Kimura".

    Y aquí, el "deux ex machina" se presenta como una intrascendente avería en la moto de uno de los colegas enrolladísimos de Vanilla. Tienen que buscar un taller mecánico. Detalle importante en el progreso vital de nuestro héroe.

    Cuando en la banda sonora de una película suena una música circense, sabes que algo divertido está a punto de pasar. O que el llamado "alivio cómico" está a punto de aparecer. Sea pues, conoceremos a dos simpáticas personas de la tercera edad que reparan motos. Stanley Clarke, se supone que puesto de coca hasta las cejas, no supo más que poner una música tan banal y estúpida como pudo, aunque bien mirado quizás quiso transmitir una innegable sensación vital.

    ¡La gente mayor mola, tíos!

    Los viehos quieren quedarse con las motos, así que empiezan a regatear y todo, ante la estupefacción de los protas. "Esta burra vale más que nuestra choza", afirma la vieha, acercando un poco más el mundo geriátrico y el enrollado. Como vemos, muchos puentes de diálogo se van desarrollando: blancos-negros, pijos-raperos, viehos-jóvenes. Todos los dejes de nuestra sociedad moderna encapsulados en apenas diez minutos de película. Pura poesía visual. La magia de Kellogg.
La choza de los viehos tiene unas diez bolas del mundo clavadas en palos en la entrada, y todo muy de colorines,hasta el tejado, pintado con motivos tardo-hippies. Muy 90's style.

    Finalmente, se quedan en la casa (LA GUARIDA DEL HÉROE) y mientras reparan la moto, hacen sus cosas. Por ejemplo, los colegas empiezan a enseñarnos uno de los más nobles artes del pueblo norteamericano: la elaboración de complicados sandwiches. Que Quentin Tarantino, en la segunda parte de "Kill Bill" copiara la escena, no es más que una señal de que hablamos de una obra maestra que sobrevive a modas. ¿Lo véis, incrédulos?

    Mientras, Vanilla no para de practicar sus bailes raperos, entrenando su cuerpo y su mente para futuros happenings raperos. No pierde el tiempo comiendo como un cerdo.



LA ENCARNACIÓN DEL MAL: LA NÉMESIS DEL HÉROE


    Mientras están en la puta casa, Vanilla observa que un deportivo blanco se para en la casa de delante. También es casualidad. Ya podéis imaginar quién va en él: la amazona y el estúpido de su novio. Aquí Kellogg nos presenta el mundo pijo, antítesis del mundo artístico-enrollado de nuestros colegas bohemios. CÓmo no, todo es tópico: el tipo es una burda encarnación de lo superficial: banal y frívolo. En cuatro frases sabemos que Nick, el novio de Cathy, es un pijo gilipollas (a pesar de que sean dos palabras sinónimas de por sí). De repente, Vanilla atraviesa la calle "cool as you'll never see", con paso decidido, y se planta en medio de la conversación.

    Conoce por fin el nombre de su dama, Cathy, o como él la renombra: Cathy... Cat. Y hasta el final de la peli la llama así. Cosas de ser un rapero guay: puedes llamar a la gente como te antoje.

    El choque de egos entre Vanilla y Nick no se hace esperar. Vanilla, que parece que esté actuando en un anuncio de gomina francesa, apretando las mandíbulas y entrecerrando los ojos, recibe el guante de Nick: "No te necesita". "Eso ya lo veremos", afirma Vanilla. Está claro que con Vanilla no se juega.

"Te pondré al loro", avisa Vanilla, Y aquí escuchamos la que es sin duda la frase de la película y momento más esperado en las convenciones de "Cool as ice", si es que alguna vez se realizan, claro:

"Drop that zero and get with the hero / Deja a ese mamón y únete al campeón" 



    Ya vemos en esta declaración de intenciones rimada que va a pelear duro por la dama.

    Cat ríe, claro, atraída por el irresistible desparpajo y descaro de arrabal que posee Vanilla. Todos sabemos que a las pijas les atraen mucho estos roles antagónicos a su papel en la sociedad. Seguro que la hija de la duquesa de Alba acabará con un fontanero u obrero de la construcción, atraída por su irresistible olor mezcla de hormigón rancio y colonia Brut.



EL ENTORNO DE LA DAMA DEL HÉROE


    Incomprensiblemente, las escenas que presentan a la familia de Cat se muestran ¡a cámara rápida y en plan charlotada! Las intenciones de Kellogg me son desconocidas, pero tratándose de él, seguro que esconden alguna críptica crítica a la sociedad estamental y a el elitismo de clases.
Cat sale por la tele con su caballo de mielda, acompañada de su papaíto, que no es otro que el tipo de las armas de las pelis de "Temblores". Otro con deudas de juego y/o droga.




LA REVELACIÓN. MUESTRA DE PODERES DE NUESTRO HÉROE


    Cuando Vanilla ve a la chica por la tele, tiene la revelación: ES ELLA. Ni nada ni nadie podrá ahora impedir que consiga salir con ella. La suerte está echada.

    Mientras, Kellogg empieza a desarrollar una apasionante subtrama, clave para el desarrollo del film. En un sórdido bar, un tipo gordo, feo y repulsivo ve esas mismas imágenes, reconoce al padre de Cat y presto llama por teléfono a algún sosias tan ominioso y desalmado como él. Más sobre esto luego.

    Volvemos a la casa de Cat: ella se da cuenta que Vanilla le ha mangado su agenda personal. He de deciros que en ningún momento del diálogo previo entre Vanilla y Cat se acercan a menos de tres palmos de distancia, pero aún así Vanilla se hace con la agenda. Cosas de ser rapero, ir en moto y ser enrollado. Quizás son poderes telequinéticos. El super-héroe rapero empieza a mostrar sus cartas sobrenaturales.

    En casa de los viehos las cosas se ponen feas: al no saber como arreglar la amoto del colega de Vanilla, la desmontan y ponen todas las piezas una a una en el suelo, bien ordenaditas. Yo tengo un colega mecánico que no hace esas cosas, sino más bien tirarse tres días para una reparación de media hora para cobrarte cuatrocientas horas de mano de obra.

    La visión de todas esas piezas puestas en el suelo causa hilaridad a todos los presentes, menos al propietario de la moto. A mi no me hizo puta la gracia la escena, pero debe de ser alguna broma privada tipo zen.



POR HOY LO DEJAMOS. ESTAD ATENTOS A LA SEGUNDA PARTE DE ESTA EMOCIONANTE CRÍTICA.

MIENTRAS TANTO, NO DEJÉIS DE RAPEAR, BAILAR Y MINERALIZAROS Y SOBRETODO, NO OLVIDÉIS ESTAS SABIAS PALABRAS. ¡PUEDEN SALVAROS LA VIDA O HACER QUE OS ENCAMEIS!: ¡Deja a ese mamón y únete al campeón!


Hablaba al principio de los pantalones, 
¿pero qué me decís de estas molonas gafas?


SECRECIONES CAPILARES: ¿SOY FRIKI PORQUE NO QUIERO DESCARGARME PELÍCULAS AÚN EN CARTELERA?

Vamos a tocar un tema un poco espinoso: las descargas ilegales de películas. Personalmente, yo sólo apoyo las que se tratan de películas que ya no se pueden conseguir en DVD como "Gomia, terror en el mar Egeo" o "Munchies". En ese caso, al no haber derechos ni distribuidoras afectadas, es tan legal como comprarla.
Lo jodido es bajarse todo tipo de películas que ya están en DVD, o que incluso están en las salas. Con eso ponemos en peligro una industria, que, de otro lado, merecía un poco una sacudida como esta, pero que es un mal necesario si queremos disfrutar de la magia del cine. Con la música sucede lo mismo, si nos bajamos todo lo que sale al mercado, al no haber beneficios, los artistas dejarán de sacar cd's.
Eso si, al Ramoncín, al Miki y a la SGAE que les den por el culo. Que eso quede muy claro.
Y es que, qué queréis que os diga, si poseeis en vuestras manos el "CIVILIZATION PHASE III" de Zappa en original, ya me diréis qué gracia tiene tenerlo en una copia con una etiqueta hecha con rotulador. No hay color.

El futuro está en vuestras sabias manos

PD: Iros preparado porque mi proxima crítica va a ser sonada...
Vuestro editor, Dani.




Hoy en Secreciones Capilares: Pensamientos, inquietudes y reflexiones sin sentido de Albert Sanz.


    Hola amigos blogcasperos. Dado que Dani es el mejor editor existente porque traga con todo y no rechaza nada de sus colaboradores (en el plano sexual hace exactamente lo mismo), se me ha ocurrido tras realizar un comentario en mi anterior artículo, desnudar mi corazón y haceros partícipes de unas reflexiones. De hecho, el motivo real es que tras muchos años trabajando cara el público, y tras ver la verdadera faz de la humanidad y su comportamiento, he llegado a la conclusión de que yo soy el raro. Y como en terrenos cinéfilos parece que todo el mundo actúa de la misma manera, deseo confirmar si también soy raro en este campo.
La cuestión es que empleo diferentes programas P2P y descargo ilegalmente música y películas. Sobre lo de la presunta ilegalidad de mis actos prefiero no entrar ya que entonces mi mente se ve invadida por cuatro sílabas que dan nombre a una célebre organización sindical y mafiosa española y entonces empiezo a enfermar.

    Volviendo al tema, SÓLO descargo películas más o menos difíciles de conseguir y descatalogadas y que se que el “usuario 0” habrá conseguido ripear del DVD original con mayor o menor pericia, pero cuya calidad será en el peor de los casos buena.

    Ahora vamos al “kitt” de la cuestión. Me niego a descargar películas que estén todavía en cartelera por los siguientes motivos:
  • Se ven mal.
  • Se ven como el culo. 
  • Se ven además de mal fatal.
  • Posiblemente además se vean borrosas y/o con predominio de algún color en concreto.
  • En ocasiones no veo muertos, sino a alguien que se sienta varias filas más adelante.
  • Puedo oír susurros, toses y risas, además de un score con eco.

    Todo esto, aparte de cabrear hace que te pierdas ciertos detalles importantes, como por ejemplo la sangre de “La Pasión” que de roja se convertía entre negra y azul, o el detalle de los ojos color naranja de Jesucristo en la misma película. Detalle que le hacia diferenciarse del resto de humanos y que en la versión emuleada no podía apreciarse debido a la tonalidad azul de la copia.

    Y del sonido qué decir: auténtico sonido a lata con eco.

    Esto es el resumen rápido de lo que uno puede encontrase en el Top Manta o programas P2P. 

    En el caso de película no estrenada puede que lo que suceda (aunque cada vez menos) es que sea una copia de muestra para prensa, para lo cual prepárense a ver un montón de símbolos y un reloj en alguna parte de la pantalla. Además de que al no ser una versión definitiva olvídense de alta definición, bueno, olvídense de definición a secas y de una correcta graduación de los colores.

    En cualquier caso, yo me pregunto una cosa: ¿No es mejor ir al cine? ¿No es mejor ver esa película en una pantalla gigante? ¿No merecen "Spiderman", "ESDLA" o "Transformers" verse en una pantalla la hostia de grande y a todo volumen?
Cierto es que el cine es insultantemente caro, aunque me temo que aquí en Barcelona mucho más (recientemente un amigo gaditano me comentó que había ido a visitar a otro amigo a Córdoba y al ir al cine los dos se sintió ofendido porque allí ¡le cobraban 4 euros por la entrada!, en cambio aquí ya pasamos de los 7), así que puedo comprender perfectamente que ese sea el motivo para no ir al cine. 
¡Es ofensivo tener que pagar estos precios! Si encima lo aderezas con refresco y palomitas, dos mil pelas de las antiguas que ya te han volado. 

    El tema de los precios hace que ahora tengas que mirarte muy mucho que película vas a ir a ver. Ya no puedes hacer lo de ir a probar; has de ir sobre seguro, que el dinero no está para tirarlo. Pero mi gran pregunta es: ¿POR QUÉ LA GENTE ES TAN IMBÉCIL COMO PARA DESCARGAR UNA PELICULA AUN EN CARTELERA SI TAN SOLO HA DE ESPERAR DOS MESES PARA QUE SALGA EN ALQUILER? ¿Tan impacientes nos hemos vuelto que lo queremos todo para ayer? ¿Ya no tenemos criterio o buen gusto? Primero hemos acostumbrado a nuestros oídos a escuchar música de manera penosa (¡¡adiós a la alta fidelidad, bienvenido Mp3!!) y ahora hacemos lo mismo con la vista. ¿Pero que está pasando en este mundo?

    Seamos sensatos, joder, que esto no es como antes, que tenias que esperar al menos seis meses para poderla alquilar y seis meses más comprarla. Ahora se dan hasta casos de película que sale antes a la venta que de alquiler al poco de haber sido estrenada, o casos más curiosos como el de "Super Nacho", que en Barcelona a los dos meses exactos de su estreno en cines, estaba en todos los videoclubes en su versión de alquiler y venta, mientras que en una buena cantidad de salas seguía aguantando el tipo. 
Pues a mi me parece incompresible bajarse "Super Nacho" en estas condiciones.

    Y lo peor, lo que más me enerva es la reacción de conocidos y amigos que se muestran orgullosos porque al llegar el lunes ya se han descargado la peli estrenada el viernes anterior: "jaja, y tu vas a ir a verla la semana que viene... ya te vale, yo me la bajé anoche y la voy a ver hoy", o porque ya la tienen incluso antes de su estreno en cines... en versión mejicana claro está: "jaja, falta un mes para su estreno y yo ya la tengo, ¡soy un ser superior y Dios me ha bendecido!". Es en estos momentos cuando mis conceptos de amistad y lealtad se tambalean y sin querer ni siquiera defender mis planteamientos solo pienso: "muy bien, si quieres mierda que la disfrutes tu solito".

    Yo por mi parte seguiré esperando a copiarme la versión de alquiler que hasta puede que incluya extras o yendo al cine y gastándome los 7 euros (previa rigurosa criba, eso sí).


PD: El que se sienta aludido y/o ofendido por mis palabras, solo decirle que no lo siento y no me retracto de nada. Aunque si todo el mundo se comporta igual estoy dispuesto a admitir que el jilipollas soy yo, pero mientras tanto... ¡Disfrutad con vuestra mierda!